Este extraordinario paciente del MSK vive con dos tipos de cáncer en estadio 4

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El paciente de MSK, Michael Simien, posa con su bicicleta frente a una fuente en la ciudad de Nueva York

Aunque le han diagnosticado dos tipos de cáncer metastásico, Michael Simien se siente lo bastante bien como para andar en bicicleta todos los días, incluso para ir a sus citas en el MSK.

Al ver a Michael Simien entrar y salir y moverse rápido como una flecha por las calles de Nueva York en bicicleta, nunca adivinaría que tiene 70 años, y mucho menos que padece dos tipos de cáncer metastásico: cáncer pulmonar que le diagnosticaron hace 10 años y un tipo raro y agresivo de linfoma no hodgkiniano llamado linfoma de células del manto que le diagnosticaron hace cinco años.

Michael es plenamente consciente de que ha superado las expectativas. Cuando una tos persistente le llevó a la sala de emergencias de otro hospital, un médico le dijo en la sala de espera que sus escáneres sugerían que tenía cáncer pulmonar. “Ahí va un auténtico muerto viviente”, oyó decir a otro paciente mientras Michael salía de la sala de emergencias, atónito.

Michael lloró y rezó, y luego se puso manos a la obra. Su investigación lo llevó al Memorial Sloan Kettering Cancer Center (MSK) en busca de un tratamiento. Allí se reunió con la oncóloga médica torácica, Helena Yu, MD. El cáncer era inoperable, así que la Dra. Yu le recetó quimioterapia durante ocho meses. Los efectos secundarios fueron terribles.

“Me afectó mucho”, recuerda Michael. “Se me oscurecieron las manos y los pies. No dejaba de compararme con un fósforo quemado. Era mi forma de mantener el sentido del humor al respecto”.

Una terapia más sencilla: nivolumab trata con éxito el cáncer pulmonar metastásico

El Dr. Gilles Salles, jefe del Servicio de Linfoma del MSK, con su bata de laboratorio

El Dr. Gilles Salles, jefe del Servicio de Linfoma del MSK, encontró un fármaco para controlar el cáncer de Michael.

El siguiente tratamiento fue mucho más sencillo: una inmunoterapia llamada nivolumab, que le infundían cada dos semanas. Los tumores empezaron a reducirse y, en septiembre de 2019, Michael hizo sonar la campana de remisión para celebrar su último tratamiento.

“Me sentí genial”, recuerda Michael. “Estaba saliendo del valle de la sombra de la muerte”.

La vida volvió a ser buena. Michael podía realizar trabajos ocasionales, después de años como agente penitenciario y conductor de autobús en la ciudad de Nueva York. Disfrutaba el tiempo que pasaba con su hermana y su hijo, Michael Jr., al que llama “Slim”.

Un segundo diagnóstico impactante: linfoma de células del manto en estadio 4

Siete meses después de pensar que el cáncer había desaparecido de su vida, Michael se estaba afeitando y notó una hinchazón cerca de la oreja izquierda y un bulto en la parte de atrás de la garganta. Una biopsia en el MSK reveló un linfoma de células del manto en estadio 4. No podía creerlo. ¿Cómo podían diagnosticarle un segundo cáncer en estadio 4? 

Michael Simien, paciente de MSK, recibe tratamiento de infusión intravenosa

“Hasta aquí llegué. Pensaba en dónde me iban a enterrar”, recuerda Michael. “Tenía muchas ganas de rendirme”.

Su equipo médico de MSK le dijo que los dos cánceres no estaban relacionados. Solo tuvo mala suerte. Pero había esperanza: la prueba de diagnóstico única de MSK, MSK-IMPACT®, descubrió que su cáncer fue causado por una mutación en el gen llamado TP53. Era un subtipo poco común de un tipo raro de linfoma. Luego llegó la buena suerte: el jefe del Servicio de Linfoma de MSK, Gilles Salles, MD, PhD, le informó a Michael que cumplía con los requisitos para participar en un ensayo clínico de MSK que estaba estudiando una combinación de fármacos que incluía ibrutinib.

Desde que el ensayo clínico finalizó en julio de 2024, Michael ha estado tomando un fármaco parecido (zanubrutinib) que mantiene su cáncer bajo control con menos efectos secundarios.

A toda máquina

Michael Simien y su hijo, Michael Jr., posan para una foto en un banco bajo un árbol en Nueva York

Michael Simien con su hijo, Michael Jr.

Ahora Michael está notablemente bien. Su cáncer no es detectable y se considera “inactivo”. El Dr. Salles lo sigue atendiendo, le hace chequeos trimestrales, con escaneos cada seis meses. Toma dos pastillas de zanubrutinib dos veces al día, que están cubiertas por Medicare. Cuando Michael enfrentó otros desafíos financieros, como cubrir el alquiler, el equipo de servicios financieros para pacientes de MSK lo ayudó a solicitar una subvención para cubrir necesidades básicas.

Michael intenta transmitir esperanza siempre que puede. Tomó las duras palabras que escuchó hace 10 años en la sala de emergencias y las convirtió en el nombre de su blog de poesía, “Walking Dead Man” (Muerto viviente).

“Las personas llegan a MSK pensando que están en las últimas”, dice Michael. “Recuerdo que un día estaba hablando con un paciente y terminé recitándole uno de mis poemas. Tuve una pequeña audiencia, y todos aplaudieron”.

Michael dice que puede andar en bicicleta a toda velocidad en la vida, gracias a la atención que ha recibido en MSK y a su actitud positiva.

“Me tomó años”, dice. “Solía pensar que, debido al cáncer, quizá no vería esto o quizá no vería aquello. Pero ahora sé que eso no importa. Porque estoy aquí ahora”.